14/6/11

La velocidad del cambio

Estoy realmente preocupada… la cosa va más allá del simple quebradero de cabeza, y es que ya me sale esta frase tan “de mayores” que reza “no sé a dónde vamos a ir a parar!”. No es por lo mucho que suben los precios y los impuestos, y lo poco que suben los sueldos (al menos, desde que yo tengo uno, que ya va a hacer media vida y ni una sola vez ese evento ha llegado a producirse)… Pues ahora mismo no me asusta tanto eso como el ritmo vertiginoso al que todo cambia.
Sí, es otra frase manida de alguien a quien le faltará ya poco para empezar a peinar canas… Pero por más que te esfuerces en actualizarte, te pierdes. Es más, cuanto más te esfuerzas en mantenerte al día, te das cuenta de que sabes menos!
Es terrible! Las redes sociales son una bomba que hace relativamente poco tiempo que nos estalló en las manos… y puede parecer que las dominamos, las entendemos, sabemos por dónde van y cómo se utilizan… Insisto: “Puede parecer”.
En realidad, no hay nada más lejos de ese dominio. Lo primero que nos pasa es que no tenemos visión global para poder explotarlas al máximo, aprovechar todos sus usos al 100%. En segundo lugar, la mayor parte de las personas de mi generación y anteriores, no gozamos del dominio técnico suficiente para aprovechar siquiera el 10% de lo que se nos oferta. En tercer lugar, es tal la explosión de nuevas aplicaciones, tecnologías… que resulta inabarcable aprender a dominarlas, sobre todo si tenemos en cuenta el ritmo de aprendizaje tecnológico que tenemos como media los mayores de 30 años. En cuanto eres capaz de llegar a comprender la utilidad (ya no el funcionamiento) de una, han surgido al menos 5 más de similar utilidad, pero con distinto modo de uso y nuevas funcionalidades… Una vida entera resulta insuficiente para aprender sólo lo que nace hoy, al ritmo que yo aprendo… Los recién nacidos de hoy serán nuestros maestros y guías!!! Yo los respetaría y cuidaría al máximo!
Cuando ellos empiecen a aprender cosas, los planes educativos actuales servirán de bien poco. Será imprescindible la misma base, más un añadido en conocimientos informáticos, ya desde bien pequeños. Resultará fundamental organizar una estructura de conocimiento, como un esquema de “temas que hay que conocer”, pero en una sociedad donde ya todos llevamos encima una “llave” a TODA la información, no necesitaremos memorizar todos los datos…
¿De verdad pensabais que estaba escribiendo esto en serio? Es cierto que ya todos llevamos en nuestras manos un acceso a gran cantidad de información y memorizar es tontería (la verdad es que memorizar siempre lo fue). Pero para poder encontrarla, primero necesitaremos saber que debemos buscarla. Por ejemplo, es posible que algunos planteamientos filosóficos puedan ayudarme a comprender una noticia actual… pero si no sé que existen esos planteamientos, tampoco entraré en la red para buscarlos. Por otra parte, puedo encontrar gran cantidad de información bien planteada, pero también hay información no supervisada que contiene errores, faltas de ortografía… Una buena formación aporta criterio. La falta de formación (que estoy convencida que llegará porque interesa a los gobiernos y porque nadie hace nada por luchar contra la DE-formación a la que desde hace años nos estamos viendo sometidos) crea auténticas máquinas localizadoras de información y aplicaciones, blogs especializados, vídeo-juegos, redes sociales… pero vacías de sentido crítico y capacidad de reacción: son mis queridos seres alienados.
Estamos empezando a perdernos entre los nuevos conocimientos… pero muy pocos quedarán que recuerden que, en su día, alguien habló de alienación y de la llegada del “superhombre”... puede parecer una tontería, pero la historia demuestra que hemos llegado a perder información importantísima que nos habría hecho evolucionar con pasos de gigante. Por ejemplo, ¿cómo se construyeron las pirámides de Egipto? ¿quién cocinó la primera tortilla de patatas? Esa persona se merece un enorme homenaje, del estilo de un Nobel de la Gastronomía o algo así (ya sé que no existe este título, pero deberían inventarlo para dedicárselo a esa persona); de la enorme calidad constructiva de los acueductos romanos y la ínfima de mi piso... Es una involución, a veces buscada, a veces obtenida por despiste que está a punto de vivir su momento álgido. ¿Estáis preparad@s?

6/6/11

“Un pequeño error de redacción”

Hasta las cejas de aguantarme con titulares llenos de faltas de ortografía en prensa y televisión, expresiones incorrectas por doquier, malas entendederas por culpa de malas “explicaderas” y demás…
Caray, pues hasta su punto álgido tuvo que llegar la cosa, porque tanto “dejar pasar”, ahora resulta que los supuestos culpables por el accidente del vuelo JK5022 pertenecen a personal de mantenimiento: mecánicos, centro de mantenimiento, servicio de calidad… Pero también salió a relucir el dichoso manual del fabricante y aquí llega la parte importante. Según han valorado todos los expertos, hay imprecisiones de redacción que inducen a error. Muy bien. Y ahí se queda la cosa. Nadie va a emprender acciones contra quien redactó sin rigor, ni contra quien aprobó un manual de semejante importancia, con imprecisiones que inducen a error… redactar mal las instrucciones del último invento de Playstation debe de fastidiar un montón a todos sus usuarios, puede llevar a que pierdas la maquinita en cuestión de horas… pero la empresa puede solucionarlo poniendo otra en su lugar, sin mayores incidencias.
Pero estamos hablando de aviones reales y de muchas vidas humanas. Jamás habría sospechado que la cultura del “laissez passer” (dejad pasar) referente a los errores de expresión llegaría a extremos tan peligrosos y definitivos.