18/5/11

Escéptica demócrata busca explicación

Ante este movimiento “nihilista” (¿? ¿lo es?) que está “movilizando” a ciertos sectores del país hasta ahora aparentemente adormecidos, sólo me puedo mantener escéptica.
Escéptica, ante todo y sobre todo, por la aparición de Willy Toledo, icono del “protesto pero no propongo” y del “me quejo pero no arreglo”.
Escéptica, porque, con lo complicado que resulta movilizar a tantas personas de tantos lugares diferentes, una vez que se consigue, ni siquiera existe un mensaje, un objetivo, una “hoja de ruta” que nos haga “ver la luz”.
Verdaderamente me planteo a quién beneficia todo esto…
Para quienes no sabéis como contabiliza el sistema D’Hont, que es el que rige el sistema electoral español, sí, el de nuestra “democracia” (timocracia resultaría un término más adecuado, visto lo visto), os dejaré claro que los mensajes que damos con nuestros votos son diferentes al resultado que se obtiene con dicho voto. Me explico:
Si no voy  a votar puede ser porque soy un ciudadano irresponsable, que no ejerce su derecho al voto; puede ser que yo sea una “oveja descarriada”, una antisistema… o puede ser que sepa que, según el sistema D’Hont de recuento de votos, NO VOTAR es la única manera real de NO favorecer a ningún partido en absoluto.
Sin embargo, si yo voto en blanco, estoy dando a entender que NINGUNA de las fuerzas políticas que se presentan me convencen, así que no voto a ninguna. Pero en realidad, ese voto estará favoreciendo, según el recuento por el sistema D’Hont, al partido que finalmente resulte más votado. En un porcentaje ínfimo, pero es así: cuando votas en blanco, un porcentaje mínimo de tu voto se convierte en una diezmillonésima parte de un escaño del partido más votado por la mayoría.
En una maniobra de estratega (como las que parecen haber alcanzado nuestros partidos políticos y sus asesores, artífices de todo, por supuesto) no resulta del todo descabellado plantearse que los partidos empiecen a disputarse esa gran masa de votos en blanco que hasta ahora resultaban despreciables y ahora parece que van a decidir la caída final de la balanza. Si no, al tiempo.
Es como haber tirado la toalla.
Es como reconocer que ya poco se puede hacer para luchar por los votos reales (aunque seguirán derrochando millones de euros en sus campañas, por supuesto) y alguno de ellos tuviera muy claro que, de votar en blanco gran parte de la población, se lo llevan de calle.
En ello estamos: parece que el que se cree que puede alcanzar más votos reales, convence a las masas que suponían el voto indeciso o incluso el voto en blanco, o el no-voto, para que voten en blanco, “que nadie se quede en casa sin votar, si no te convence lo que hay, demuéstralo con tu voto en blanco”.
Entretanto, el que se puede sentir amenazado por esta situación, declara que se está incitando al ejercicio de una democracia contaminada… Todo esto es el teatrillo que se vende… ¡a saber!
En cualquier caso, se trata de un suspenso al sistema político, legal, sindical, laboral, económico… se trata de un ¡BASTA YA! generalizado como el que en su día logramos gritar contra el terrorismo… Y, al fin y al cabo, no nos encontramos tan alejados: el populacho, que somos nosotros, los últimos pringados del sistema, nos encontramos sometidos a una situación que no hemos querido, pero a la que no hemos sabido enfrentarnos. Nos vemos sometidos cada día a mayor cantidad de normas, restricciones y prohibiciones ridículas y carentes de sentido. Se viene hablando de ambiente determinista desde hace demasiado tiempo… y parece que a nadie ha interesado hasta ahora. A los políticos parecía que se la traía al pairo: ellos seguían pisando y nosotros, exprimidos, dándolo todo.
Esperemos que esta movilización encuentre su norte, su orden y sobre todo su mensaje porque de verdad que venía haciendo falta… pero tanta anarquía organizativa (sí, toda una antítesis) no sé yo hasta dónde nos va a llevar y, un fracaso en la única movilización antisistema que se ha conseguido llevar a cabo desde el comienzo de esta crisis, seguramente resultaría arrasador para los ánimos de los incendiarios… a lo mejor ésa es la estrategia: permitir que se movilice a “las masas” desde el descontrol, que fracasen y se queden con la sensación de que lo que había, fuera lo que fuere, era mejor que lo que se plantea.
Desde mi escepticismo, agradeceré vuestros posts.

4 comentarios:

  1. http://www.solosequenosenada.com/2011/04/05/como-hackear-unas-elecciones-generales-autonomicas-o-municipales/
    Por si alguien quiere enterarse de muchas más cosas acerca de votos, sistemas de recuento y demás.

    ResponderEliminar
  2. Empiezo a pensar que mi escepticismo es un error... me convence el modo pacífico en que se está desarrollando esta "movida madrileña de 2011"... que ya es mundial! :o)

    ResponderEliminar
  3. Pues, una vez más, el pastel se lo reparten los de siempre... quizá los trozos de tarta sean algo más grandes o más pequeños según los casos, pero esto funciona así, o blanco o negro, o rojo o azul.... y, desde mi ignorancia política, no veo la salida ni el camino hacia EL CAMBIO...

    ResponderEliminar
  4. Ya... el caso es que al menos hemos salido a la calle de verdad, no como el paripé de huelga general que quisieron montar los sindicatos comprados con nuestro dinero...
    Optimismo, compañeira! ;o)

    ResponderEliminar